Estas líneas directrices definen la actitud del CICR si se ve confrontado con una toma de rehenes en contextos en los que realiza actividades operacionales, se trate o no de situaciones cubiertas por el derecho internacional humanitario. Estas líneas directrices también son aplicables cuando la toma de rehenes tiene lugar en un tercer país, pero está relacionada con la situación de violencia reinante en un contexto en el que el CICR efectúa actividades operacionales. Este documento no se refiere al secuestro de personal del CICR.